Sopa Tailandesa de Coco y Curry con Camarones: ¡Una Receta Asiática Súper Especial!

Esta sopa tailandesa se ha convertido en uno de mis platos favoritos. ¡Es como un abrazo calentito lleno de sabores exóticos que te va a encantar desde la primera cucharada!

Lo que más me gusta es que, aunque parezca complicada, es súper fácil de preparar. Y lo mejor es que conseguirás ese sabor tailandés auténtico sin tener que volverte loco buscando ingredientes raros.

¡Vamos allá con la recetita!

¿Qué lleva esta sopa tailandesa?

Ingredientes para 4 personas:

  • 1cs de aceite de coco
  • 1 cebolla pequeña picadita
  • 2 dientes de ajo
  • 1 pimiento rojo
  • 1cs de jengibre fresco rallado
  • 1-2cs de pasta de curry rojo
  • 400mL de leche de coco
  • 500mL de caldo de verduras
  • 300g de camarones pelados
  • 1 zanahoria
  • 1 calabacín
  • 2cs de salsa de pescado (opcional)
  • Zumo de 1 lima
  • Cilantro fresco
  • Chile fresco (opcional)

Equipamiento útil para hacer sopa tailandesa

Aquí tienes una lista de accesorios que te vendrán genial para esta receta:

  • Una olla grande
  • Tabla de cortar
  • Rallador para el jengibre
  • Cuchara de madera

¿Cómo hacer esta sopa tailandesa súper rica?

1. Prepara los ingredientes

En primer lugar, pica la cebolla y el ajo bien finitos. El secreto está en que estos ingredientes casi desaparezcan en la sopa, dando sabor sin que notes trozos grandes.

Nota: ¿Te molesta picar cebolla? Métela 10 minutos en el congelador antes de cortarla y no llorarás nada jeje.

2. Empieza con la base

Calienta el aceite de coco en una olla a fuego medio. He elegido aceite de coco porque ya desde el principio vamos a ir creando esos sabores asiáticos que hacen esta sopa tan especial.

Pon la cebolla y el ajo, y déjalos cocinarse unos 3 minutos. Queremos que queden blanditos y suelten su aroma, pero sin que se doren.

3. Añade el curry

¡Ahora viene lo bueno! Echa la pasta de curry rojo y el jengibre rallado. Tu cocina empezará a oler súper bien, como un restaurante tailandés. Cocina esta mezcla un par de minutos, removiendo todo el rato. ¿Ves que el aceite se pone rojito? ¡Eso significa que va genial!

Nota: Si es tu primera vez con curry tailandés, empieza con 1 cucharada. Siempre puedes añadir más si te quedas con ganas.

4. El toque del coco

¡A por la parte cremosita! Añade la leche de coco y el caldo de verduras. No te preocupes si al principio la leche de coco parece que está rara, es totalmente normal. En cuanto se caliente un poquito, quedará todo súper integrado.

5. Las verduras y los camarones

Echa la zanahoria y el calabacín cortados en rodajitas finas. Los corto así para que se cocinen rapidito y queden geniales en la sopa.

Cuando las verduras estén casi listas (unos 5 minutos), es el momento de poner los camarones. Solo necesitan 3-4 minutos. Sabrás que están perfectos cuando se vuelvan rosaditos y formen una “C” bien bonita.

6. Los toques finales

Apaga el fuego y añade el zumo de lima. Este toquecito ácido es súper importante en la cocina tailandesa – hace que la leche de coco no quede tan pesada y realza todos los sabores.

Si te animas con la salsa de pescado, échala ahora. Sé que suena un poco raro jeje, pero confía en mí: le da ese saborcito especial que hace que todo quede más… ¿cómo decirlo? ¡Más auténtico!

Consejos y trucos para que tu sopa quede perfecta

  • La pasta de curry: Las marcas tailandesas suelen picar más que las occidentales. Pruébala antes de echarla toda.
  • Los camarones: Si usas congelados, descongélalos del todo y sécalos bien con papel de cocina antes de ponerlos en la sopa.
  • Las verduras: ¡No te limites! Puedes cambiar la zanahoria y el calabacín por las que más te gusten. Los champiñones y el brócoli quedan súper bien también.

Un poquito de historia

¿Sabías que la sopa de curry con leche de coco es uno de esos platos que demuestran lo genial que es la cocina tailandesa mezclando culturas? El curry, que viene de la India, se transformó al llegar al Sudeste Asiático. Los tailandeses lo hicieron suyo añadiéndole cositas locales como la lima kaffir, el galangal y, por supuesto, la leche de coco.

Esta versión que te enseño hoy está pensada para que la puedas hacer con ingredientes fáciles de encontrar, ¡pero mantiene toda la magia de esos sabores tan especiales que nos hacen viajar con cada cucharada!

¿Te animas a prepararla? Te aseguro que cuando la pruebes se convertirá en uno de tus platos favoritos para esos días en que quieres algo especial pero sin complicarte mucho la vida en la cocina. ¡Es una recetaza que no te puede faltar!

¿Quieres que te explique algún paso con más detalle? ¡No dudes en preguntarme!

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